2025-10-21

Adolescencia temprana: ¿Qué está pasando en el cerebro de mi hijo/a?

En la etapa de la adolescencia temprana, existen varios cambios cerebrales que su hijo está atravesando.

Adolescencia temprana: ¿Qué está pasando en el cerebro de mi hijo/a?
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Por: Psic. Michelle Sesin Alam – Colegio Andes Puebla

En la etapa de la adolescencia temprana, existen varios cambios cerebrales que su hijo está atravesando y que pueden hacer que parezca que está cambiando bastante, e incluso que no se entiendan muchos de sus comportamientos o reacciones. Los padres de familia tienden a describir a sus hijos en esta etapa como muy impulsivos o emocionales, y suelen tener dificultades para relacionarse con ellos.

En el Colegio Andes, entendemos que estos procesos son parte natural del crecimiento. El cerebro durante esta etapa cambia profundamente, y esos cambios son necesarios para el desarrollo de los niños y adolescentes. Comprender lo que está ocurriendo en esta fase puede ayudar a los padres a acompañar a sus hijos con más paciencia, empatía y confianza.

¿Qué es lo que pasa?

Entre los 9 y 14 años, el cerebro entra en una fase llamada poda sináptica. Es un proceso esencial mediante el cual los niños desarrollan nuevas redes neuronales, fortalecen las conexiones que les son útiles y eliminan las que ya no lo son. Es como si el cerebro hiciera una limpieza para dar paso a nuevos conocimientos y fortalecer los aprendizajes que favorecen su crecimiento.

A la par, aumenta la producción de mielina —una sustancia que recubre los axones y permite que las neuronas se comuniquen con mayor velocidad—, lo que vuelve el cerebro más eficiente y preparado para los retos de la vida adolescente.

Sin embargo, la primera área que madura es el sistema límbico, encargado de las emociones, el placer y la motivación.

¿Por qué mi hijo está más emocional o impulsivo?

Como el sistema límbico se desarrolla antes que la corteza prefrontal —que regula el autocontrol, la empatía y la planificación—, los adolescentes tienden a reaccionar con más intensidad emocional y menos racionalidad. Su cerebro está aprendiendo a autorregularse, y eso explica muchos de los cambios de humor, las reacciones impulsivas o la búsqueda constante de nuevas experiencias.

A esto se suman los cambios hormonales (testosterona y estrógenos) y el aumento de neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina, relacionados con el placer y las relaciones sociales. Por eso, los adolescentes buscan pertenecer a un grupo, se vuelven más sensibles a la crítica y reaccionan de manera más intensa ante diferentes situaciones.

Estrategias para padres de familia

Aunque parezca que tu hijo o hija se está alejando, te necesita. En el Colegio Andes, acompañamos a las familias en este proceso, promoviendo una comunicación afectiva y cercana. Algunas recomendaciones prácticas son:

  • Establecer límites claros, pero con afecto.

  • Escuchar más de lo que se habla, sin juicio.

  • Respetar su necesidad de privacidad, pero mantener la presencia y la guía.

  • Evitar minimizar sus emociones y reforzar sus logros.

Conclusión

La adolescencia temprana puede ser un desafío, pero también es una gran oportunidad para fortalecer el vínculo familiar y fomentar habilidades socioemocionales. Entender lo que ocurre en el cerebro de tu hijo te permitirá acompañarlo con empatía y seguridad.

En el Colegio Andes, trabajamos junto a las familias para formar adolescentes emocionalmente fuertes y con valores sólidos. Si estás buscando un colegio privado cerca de ti, te invitamos a conocer nuestro modelo educativo integral desde preescolar, primaria y secundaria.

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