Definitivamente una parte de la Andrea de hoy la debo atribuir a mi paso por el Andes, porque sé que cada profesor y cada clase que tomé me encaminó para llegar a donde estoy hoy.
Por Andrea FG
Mi vida hoy
Estoy estudiando las carreras en Ingeniería Biomédica y Bioquímica Clínica; decidí tomar ese camino porque desde secundaria me di cuenta del bien que se puede hacer al mundo a través de la ciencia, de lo fascinante que es descubrir cosas nuevas que pueden mejorar la calidad de vida de las personas; pero sobre todo estoy feliz en esta profesión porque cada día aprendo más sobre la belleza y perfección en la creación de Dios, en lo increíble que Él ideó y creó el cuerpo humano, todas y cada una de las moléculas que somos y que nos rodean. La ciencia es una manera de conocer acerca del mundo que nos rodea, una fuente de curiosidad y asombro infinita. Estudié un semestre en Copenhague y actualmente estoy en Canadá haciendo prácticas profesionales en un laboratorio de investigación dedicado a la enfermedad cardíaca congénita, donde cada día aprendo más y tengo la oportunidad de usar mi área profesional para ayudar a los demás. Además, soy muy feliz al estar haciendo diario cosas que me encantan porque nada más levantar la pipeta, ya estoy contenta.
Mi vida Andes
Definitivamente una parte de la Andrea de hoy la debo atribuir a mi paso por el Andes, porque sé que cada profesor y cada clase que tomé me encaminó para llegar a donde estoy hoy; muchas de las cosas que aprendí en las aulas del Andes forjaron mi carácter, personalidad, me hicieron ponerme metas y objetivos de vida que son indispensables para mi desarrollo en la vida profesional. Sin embargo, en lo que realmente quiero poner hacer énfasis es en la manera en que las Comuniones diarias, Misas de viernes primero, cada ejemplo de vida cristiana que veía en mis profesores, cada oración en filas y todo lo que el Andes como escuela católica me influenció a que hoy Dios sea el centro de mi vida, porque si de algo estoy segura es que la vida familiar, social, personal y profesional deben tenerlo a Él como guía.
Mi vida profesional
Desde luego creo que muchas de las habilidades que aprendí en el Andes también influencian la alumna que soy hoy, pues no solo llegué a la universidad con el nivel académico que necesitaba para que no me costara adaptarme al nivel de educación superior, pero también en el colegio me enseñaron a ser autónoma, responsable, a mejorar cada día la calidad de mis trabajos, relacionarme con mis compañeros, balancear el estudio con el descanso, hacer amigos. Todas esas son herramientas que llevo conmigo hasta el día de hoy y me han permitido resolver las dificultades del día a día.
Mi consejo
Lo que a mí me gustaría decirle a una alumna que hoy está en el colegio y tiene grandes sueños, son 5 simples claves que a mí me han funcionado mucho; no sólo para lograr metas académicas, pero aún más importante, para cada día convertirme más en la persona que quiero ser:
- Pon a Dios en el centro de tu vida, la felicidad la encuentras de Su mano,
- Rodéate de tu familia y de amigos que compartan tu visión de vida, no intentes encajar si eso significa cambiar tu esencia; te aseguro que hay personas que comparten tus ideales,
- Encuentra la belleza en las cosas simples, ¡la vida es increíble!, sonríe, sé feliz y disfruta cada segundo al límite,
- Lo que está bien es lo que está bien, aunque nadie lo haga. Puede que pensar diferente y no seguir la corriente de miedo, pero siempre hay una recompensa al actuar con la verdad,
- Sueña en grande, ningún sueño es demasiado si te levantas cada día a conseguirlo; trabaja, esfuérzate, da el 300% de ti cada día. Tú puedes.